Me preguntaron en mi blog de Instagram: «¿Es bueno vivir un tiempo sin rumbo, en el estado de flujo o fuera de él?»
Y quería examinar más de cerca esta cuestión ¿Qué es el estado de flujo en PNL?. Para empezar, dividamos la pregunta en tres componentes: vivir dentro del estado de flujo, vivir fuera del estado de flujo y vivir sin rumbo. Sí, es cierto, se trata de tres conceptos completamente distintos.
Vivir dentro del estado de flujo
Empezaré por vivir dentro del estado de flujo. Al fin y al cabo, para entender la respuesta a la pregunta hay que definir qué es el flujo. No quisiera reescribir Wikipedia, así que te contaré lo básico con mis propias palabras. El flujo es un estado de nuestra psique que fue descrito por primera vez en detalle por el psicólogo Mihai Chiksentmihai en 1975. Es un estado de plena dedicación a tus actividades. Estás totalmente concentrado en lo que haces y todo te resulta fácil, como si estuvieras jugando con ello.
La fluidez está directamente relacionada con tus objetivos: sabes exactamente lo que estás haciendo y a qué aspiras. Lo que nos proporciona el estado de flujo es una sensación de plenitud, confianza en nosotros mismos y eficacia. En el flujo encuentras las palabras y las soluciones adecuadas. Cuando estás en este estado estás un poco excitado. Y todo funciona sin esfuerzo. Cada cual debe decidir si esto es bueno o no. Personalmente, para mí, este estado equivale a un estado de felicidad, ya que la autorrealización es uno de mis valores fundamentales.
Vivir fuera del estado de flujo
Vivir fuera del estado de flujo es como mucha gente vive el día a día. Es nuestra vida cotidiana, nuestros sueños, o quizá la falta de ellos. El estado de flujo, como cualquier otro estado mental, no puede durar para siempre. Si te encuentras en estado de flujo, ¡disfrútalo!. Pero no es un fin en sí mismo. Es bueno y maravilloso vivir fuera del estado de flujo ¡es nuestra vida! Todos los días que son duros o que estamos tristes o aburridos, son también nuestra vida. Todo depende de lo que elijamos cada día: seguir tristes, culparnos a nosotros mismos y a los demás, o levantarnos, sonreír, mantener la cabeza alta y seguir adelante y vivir nuestra vida. Cada nuevo día es una hoja en blanco. Depende de nosotros colorearlo.
Vivir la vida sin objetivos
Y el último concepto: la vida sin objetivos. ¿Bueno o no? De nuevo, depende del individuo, de su satisfacción con su vida. Si te va bien, si eres feliz la mayor parte del tiempo o si simplemente estás de buen humor, adelante, disfruta de la vida. Es cierto que hay algunos factores interesantes que te sugiero que tengas en cuenta (Y por eso soy un sujeto objetivo todo el tiempo). Este factor es fisiológico u hormonal. El hecho es que cualquier objetivo o plan contribuye a la producción de importantes neurotransmisores en nuestro organismo.
Por ejemplo, la anticipación de un acontecimiento próximo produce dopamina. Si dominas el tema y controlas tu bienestar hormonal, no hay de qué preocuparse. Pero si te has dado por vencida contigo misma o con tu vida, y tu nivel de satisfacción en distintos ámbitos de la vida deja mucho que desear, te recomiendo que te fijes urgentemente algún tipo de objetivo. Existe la opinión de que una persona es joven y está viva sólo cuando quiere algo y se fija metas. La falta de deseos y objetivos también pueden ser un indicio de un estado depresivo. Si este es el caso, necesitas ver a un profesional inmediatamente (el coaching no ayudará en este caso).
¿En cuál de los tres estados te ves ahora?
Si necesitas ayuda para fijar y alcanzar tus objetivos, ponte en contacto conmigo para una sesión de coaching estratégico (formulario de contacto en el sitio web).
Natalia Serrano Coach trilingüe (Esp-Ing-Rus). Si quieres que te acompañe en la consecución de tus objetivos, contacta conmigo |